Recibir la noticia de un fallecimiento es, siempre, tremendamente difícil de asumir. Cuando además estamos hablando de que el destinatario es un niño, o una niña, todavía se puede hacer mucho más complicado.
Cuál es nuestro papel como adultos? Cómo podemos ayudarles? La Dra. Silvia Álava, directora del área infantil, nos da las claves.