Con frecuencia no permitimos que los niños vivan su niñez. Les llenamos de prisas, de actividades extraescolares…, y les empujamos a una carrera sin tregua y sin fin. Dejemos que los niños disfruten de esa maravillosa etapa, y no les robemos sus vidas, sus risas y alegrías.
María Jesús Álava Reyes reflexiona sobre la cantidad de tareas con las que complementamos el día de los niños y adolescentes.
¿Hasta que punto es adecuado y dónde están los límites?