En nuestra cultura actual envejecer no es lo más agradable, pero siendo objetivos puede ser la etapa en la que disfrutemos de una mayor estabilidad y felicidad.
Hay un ministerio de la Juventud, ¿Por qué no hay ministerio de la senectud, si cada vez es una proporción más elevada?
Hay cierta falta de reconocimiento, incluso rechazo, pero hay algunos estudios que señalan grandes fortalezas: el conocimiento y las habilidades siguen evolucionando con la edad, aumenta el compromiso y la implicación, se regulan mejor los estados de ánimo, se realiza el trabajos de manera más minuciosa, hay menos comportamientos conflictivos…
El talento, se tiene o no se tiene y además se puede cultivar, pero el talento sin esfuerzo, no sirve para nada… Poder unir diferentes generaciones es un buen punto de partida para el éxito.